Autores arrojaron el cadáver a un río para eludir responsabilidad. Remordimiento los hizo confesar crimen una semana después. Redacción La ...
Autores arrojaron el cadáver a un río para eludir responsabilidad.
Remordimiento los hizo confesar crimen una semana después.
Redacción La República.
Rescate. El río Nuñoa varó el cadáver del docente el jueves 20 de setiembre,
dos días después del asesinato. Están arrepentidos, saben que obraron
mal y solo les queda pagar sus culpas. Dos alumnos del quinto año de educación
secundaria fueron intervenidos en Puno por dar muerte a un profesor que se
atrevió a "hablar mal" de su colegio.
Lo asesinaron a golpes y luego, al recobrar la razón, decidieron desaparecer el
cadáver arrojándolo a un río.
Quizá el crimen nunca hubiera sido resuelto de no ser por los propios autores, quienes,
después una semana, confesaron todo abrumados por los remordimientos.
Conmoción en Nuñoa
El apacible distrito de Nuñoa,
provincia puneña de Melgar,
fue conmocionado por el
singular y estremecedor caso.
Félix Chupa Alanoca, de 45 años,
enseñaba matemática en un centro
de educación particular de esa localidad.
Según la Policía, el 18 de setiembre
último conoció circunstancialmente a
quienes, ese mismo día, le quitarían la vida.
El docente entabló amistad con los
adolescentes de 17 años Walter Q. Q. y
Demetrio Q. Q. , en un establecimiento
cercano a la plaza principal. Les invitó
licor y pasaron un buen rato juntos.
Los muchachos contaron a los investigadores que Félix Chupa
les preguntó dónde estudiaban y al enterarse de que lo hacían en
una escuela estatal, se burló.
"Dijo que era un colegio para animales. Repitió varias veces lo mismo
y se rió mucho. Eso nos dolió, no podiamos dejarlo ir así
nomás...", relató Walter a la Policía.
"Por eso lo sacaron con engaños de la tienda y lo llevaron a un lugar
descampado, donde lo asesinaron", informó el teniente
PNP Gerardo Malpartida Guzmán.
quien dispuso que ambos sean internados en el albergue Alfonso Ugarte,
de Arequipa, por ser inimputables.
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